El próximo 5 de diciembre, si no hay más contratiempos, dará comienzo el juicio contra el recluso Coté López Pérez, y como decimos en Galicia "non foi sen tempo" (no fue sin tiempo).
El primer día de ese juicio se cumplirán doce años, nueve meses y cuatro días desde su detención (no, no me equivoco, sé que le detuvieron un 6 de febrero, pero es que hubo cinco años bisiestos por medio .... ¡¡fijaos hasta qué punto he contado el tiempo transcurrido!!),una auténtica condena que hemos cumplido todas sus víctimas y que no terminará hasta que recaiga sentencia definitiva por los hechos ocurridos en las Clínicas de Ferrol y Viveiro; si él cumpliese de modo efectivo el mismo tiempo en la cárcel creería que realmente se ha hecho Justicia y que, aunque tarde, la espera habrá merecido la pena.
Estamos en tiempo de descuento para ese juicio, apenas dos meses y seremos testigos de como traen al recluso Coté esposado desde la cárcel a dar cuenta nuevamente ante la Justicia de sus fechorías, sólo que ahora éstas son más graves que en Castellón: homicidio, lesiones, estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales, delito contra la salud pública y por supuesto intrusismo, todos de suficiente entidad como para que la Fiscalía pida más de 330 años de prisión.
Esperemos que a la tercera SÍ sea la vencida, no es que sea justo, es imprescindible.