"Un torero no representa a la torería, como un escritor no representa a la literatura; pero un juez sí representa al poder judicial. Ahora, sin embargo, parece que la era de los banqueros ha sido reemplazada por la de los jueces. La personalidad de éstos ha de ser discreta: consiste sólo en la interpretación taxativa de la ley. La búsqueda de la espectacularidad y los focos y las decisiones exorbitantes son quiebras graves de un deber, cuyo cumplimiento ha de ser más bien anónimo e inadvertible. La música de una película, si se nota demasiado, no es buena, porque tendría que ponerse al servicio del todo. Empezamos a estar un poco hartos de la competencia entre jueces que desemboca siempre en una incompetencia."
Gran verdad!!....en los últimos años en este país estamos conociendo a unos señores (y señoras) de los que la mejor noticia sería no tener noticias.
Así, hoy por hoy, si le preguntamos a cualquier españolito por el nombre de al menos un Juez, no nos sorprenderemos lo más mínimo al comprobar que contestan con más facilidad que por el nombre de un ministro, entrenador de fútbol o director de cine. En los últimos tiempos han desfilado (y siguen desfilando) nombres de jueces por los medios de comunicación, unos con mejor fortuna que otros, con una naturalidad pasmosa para quienes por su "oficio" deberían ser como señala Gala: "personalidad discreta, anónimo, inadvertible" (adjetivos que definen por ejemplo a nuestro Juez de Instrucción).
Pero no, no es así, sus señorías han decidido dar el salto a la fama sin darse cuenta de que ésta es cruel pues, ¡ah sorpresa!, permite a los juzgadores ser juzgados y en este caso por el Tribunal más implacable que se puedan encontrar: la sociedad en su conjunto, esa sociedad que no sabe de leyes ni de derecho pero que sí entiende de moral, dignidad y "sentidiño" común, y además ahora... opina.
No sería justa si no reconociese que en muchos casos esta "fama" lo es a pesar suyo, y que viene indefectiblemente unida a la notoriedad o gravedad del asunto con el que les ha tocado lidiar; es el caso (con alguna excepción) por ejemplo de los Jueces de la Audiencia Nacional y así los nombres de Grande Marlaska, Del Olmo, Gómez Bérmudez, Pedraz...son de todos conocidos (y podría añadir sin duda alguna que respetados).
Pero, ¿y los demás, esos que aparecen día sí y día también en los medios?, pues la realidad es tozuda y nos demuestra que por desgracia la mayoría vienen siempre de la mano de errores judiciales y es que si la Justicia es ciega los jueces no deberían ser míopes.
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