viernes, 29 de abril de 2016

Oportuna reflexión

Antes de continuar con el desarrollo de lo que ha supuesto la Jornada sobre el Estatuto de la Víctima, y de seguir contando nuestras "desventuras" con el científico/osteópata/médico, un pequeño alto en el camino para una reflexión que viene muy bien al momento que estamos atravesando.
Hay personajillos que tienen tan asumido que son alguien que están seguros de que cuando tosen se les van a ofrecer cien pañuelos....Pues al parecer ya no ocurre así; ya no hay pañuelos, ni de fino hilo ni de papel, y es que los demás (profesionales de la comunicación/Sanidad/Justicia...), la gente "normal", con el paso del tiempo ya capta a la perfección que esos catarros siempre han sido y siguen siendo fingidos.
¡¡Tiempo al tiempo!! que el tiempo pone a cada uno en su lugar y como dice el letrero además los desenmascara.




martes, 26 de abril de 2016

Jornada sobre el Estatuto de la Víctima (I)

Tal como estaba previsto este pasado sábado 23, en el Paraninfo de la UDC, un gran número de personas inmersas en procedimientos judiciales duros (algunos terriblemente duros) e interminables, expusimos alto y claro que estamos HARTOS del ser el último y más vulnerable eslabón de la cadena judicial; que el reciente Estatuto de la Víctima es papel mojado y que hasta en esto de la aplicación de la JUSTICIA queremos ser un país moderno, con leyes acordes a la sociedad del s.XXI y con Juzgados perfectamente dotados de medios humanos, técnicos y materiales...Y todo ello por nosotros y por la totalidad de los ciudadanos, porque como decía mi buena amiga Isabel de la Fuente (madre de Cristina Arce, víctima del Madrid Arena) "uno pasa a ser víctima en pocos segundos", y sino que se lo digan a nuestros compañeros del Alvia, Spanair, Metro, a mi querida Rosa Arcos y ¡¡a tant@s otr@s!!
A lo largo de la Jornada por el inmenso recinto del Paraninfo fueron pasando un continuo goteo de personas interesadas por el tema, estudiantes universitarios, profesionales del mundo judicial, amigos y compañeros. Quiero aprovechar este espacio para agradecer la generosidad y sensibilidad del Rectorado de la Universidad de A Coruña al cedernos de forma gratuita ese magno espacio para celebrar dicha Jornada.
Allí analizamos, debatimos y aprendimos mucho sobre el papel de la víctima en el procedimiento judicial de la mano de grandes expertos en la materia como el Vicepresidente del Tribunal Supremo, D. Ángel Juanes, el presidente de la Unión Progresista de Fiscales, D. Álvaro García Ortiz, el Decano del Colegio de Abogados, D. Augusto Pérez-Cepeda Vila o la profesora titular de Psicología Jurídica de la Universidad de Salamanca, Dña. Carmen Herrero.


Mi agradecimiento también a esa magnífica periodista y comunicadora que es Consuelo Bautista, que no sólo moderó los coloquios sino que interpretó a la perfección todo lo dicho allí, y nos emocionó con la fuerza de las palabras y la calidez de su voz. Y por supuesto a tantos y tantos medios de comunicación a nivel nacional, autonómico y local que se hicieron eco de nuestro encuentro, ellos nos siguen dando voz y visibilidad, una vez más GRACIAS.
Pero en esta Jornada sobre todo aprendimos algo más importante y que no viene recogido en ninguna ley ni texto legal: que es mucho y muy fuerte lo que nos uney que merece la pena intentarlo juntos. Ya no más sentirse víctimas de segunda, no más luchas en solitario ni siquiera en la "solitaria compañía" de nuestras Asociaciones.
Gracias pues a los magníficos ponentes, a los amigos y compañeros que os acercasteis allí a participar (aunque algunos sólo pudierais hacerlo "a escapadas" de compromisos familiares o laborales, la intención es lo que cuenta), y gracias también a los que nos manifestasteis vuestro apoyo a través de muy diferentes vías.


Y de corazón GRACIAS Isabel (Madrid-Arena), Pilar (Spanair), Beatriz (Metro), Juan Carlos (Avida), Asunción (Alvia), Carmen (MUM), Rosa (Mª José Arcos), y a todos los que nos llamasteis  para que hiciéramos público vuestro apoyo (Miríadas, familia de José Couso, familia de Marta del Castillo, Mirabal....¡y tantos!), gracias por confiar en que podemos hacer ese camino juntos. Porque sí, hemos venido para quedarnos, así que...¡¡vamos allá!!

PD: Estoy intentando recopilar todos los enlaces de prensa para subirlos a esta página pero me está resultando difícil por la cantidad de ellos que son, en cuanto los tenga, los subo; mientras os dejo con dos fotografías de las muchas que hemos sacado ese día.

jueves, 21 de abril de 2016

La Justicia que une.

Cuando surgió la idea de organizar esta Jornada sobre el Estatuto de la Víctima más que el estudio y debate sobre el propio texto legal lo primero que nos movió fue lo que tantas personas teníamos y tenemos en común: la desesperada búsqueda de la Justicia.
Como en todos los aspectos de la vida nunca te planteas lo importante que resulta algo para tu vida hasta que lo pierdes o lo necesitas; en el caso de las personas que nos vamos a reunir este próximo sábado en A Coruña las pérdidas han sido terriblemente importantes y la necesidad que ello ha generado también lo es, alcanzar Justicia.
Sin duda, ésta será la palabra más repetida el sábado...¡¡Justicia!!
Al igual que una persona con buena salud desconoce lo que es un hospital, un duro tratamiento o una intervención quirúrgica, con lo que todo ello conlleva de espera, pruebas, citas, duros diagnósticos..., y por lo tanto lo ve con "cierta distancia", cualquier persona que no haya tenido que pisar jamás un Juzgado valorará más bien poco lo que significa una denuncia, pruebas, peritajes, informes, recursos, declaraciones, autos, espera.....espera....espera, juicio, recurso, apelación, espera...espera...
Hay un dicho gallego muy apropiado para esto "non hai doer como doerme" (no hay doler como dolerme); y es que la mayor parte de estas cosas le pasan a los demás, a mí no, o eso pensábamos muchos antes de vernos en éstas.
En estos días que he tenido la oportunidad de hablar con muchos representantes de colectivos de víctimas, y también víctimas de casos individuales, he podido constatar que esa realidad, que en muchos casos no acabamos de asumir ("¿por qué me ha tenido que pasar a mí?"), se repite en cada uno de nosotros, y aunque ya nos consideremos víctimas en el fondo esa calificación nos araña el alma y muchas veces hasta la dignidad, porque el que exijamos derechos por tal condición no quiere decir que nos guste cuando nos presentan o nos señalan como tales, y al final nos preguntamos si ese "apelativo" ya nos acompañará de por vida o si la Justicia podrá finalmente restituirnos a la cualidad de ciudadanos normales.


Pero por encima de esa denominación esta una realidad que nos mueve, una palabra que repetimos más que ninguna otra, un deseo que perseguimos sin descanso, una necesidad que nos mantiene en pie, unos derechos que reclamamos allí donde nos quieren oír, y ahora una lucha que nos une: la JUSTICIA.

martes, 19 de abril de 2016

Dedicatoria

Un brevísimo paréntesis, antes de seguir hablando de la Jornada sobre el Estatuto de la Víctima; breve alto en este blog porque pase lo que pase no pienso caer en la trampa de que lo "urgente" me impida ver lo importante.
Esto va dedicado a esos que creen que la mentira es el mejor disfraz para la impunidad y por eso pierden tanto tiempo en adornarla de vistosas y aparentes galas...Pero por suerte cuando termina el "Carnaval" las caretas y los disfraces se caen, dejando a la vista de todos la auténtica, la tozuda realidad,....¡¡porque la realidad es la que es!!

jueves, 14 de abril de 2016

Jornada sobre el Estatuto de la Víctima

Se cumple este mes un año de la aprobación del Estatuto de la Víctima, una ley que no entraría en vigor hasta seis meses después (octubre del 2015). Una Ley a la que en su Preámbulo y articulado no le faltan buenas intenciones, pero que por desgracia para las víctimas carece de validez práctica.
Hace algún tiempo ya que nuestra Asociación ha entrado en contacto con otras Asociaciones de Víctimas y con personas individuales cuyos procesos judiciales se han convertido en un auténtico calvario y, a pesar de las diferencias que nos separan por la causa y efectos de lo que nos ha llevado a esa condición de "víctimas", es mucho más lo que nos une: el sentimiento de ser además víctimas de un sistema judicial aquejado de una grave parálisis, eso que los expertos han dado en llamar victimización secundaria.
Sobre el primer aspecto de la victimización poco podemos hacer, lo ocurrido ya no tiene vuelta atrás; sin embargo sobre el segundo aspecto, el del papel de la víctima en el proceso judicial, ahí sí que se puede y se debe hacer algo. Estamos ante un Sistema Judicial extremadamente garantista con los derechos de los imputados/delincuentes, pero que nada dice de los derechos de las víctimas...¿dónde nos sitúa la Ley de Enjuiciamiento Criminal? ¿dónde el Derecho Penal? ¿en qué texto legal se habla de las víctimas?...¡¡NADA!!
La demostración más clara de que la víctima es el último y más vulnerable eslabón de la cadena judicial.
Pues para analizar, debatir y extraer conclusiones acerca del papel de las víctimas en el Sistema Judicial es para lo que nuestra Asociación ha organizado esta Jornada alrededor precisamente del primer texto legal que habla de ellas/nosotros: el Estatuto de la Víctima.
Hemos tenido la gran suerte de contar con unos ponentes de excepción, encabezados por el Vicepresidente del Tribunal Supremo, D.Ángel Juanes, y en que nos acompañarán presidentes, miembros, portavoces y familiares víctimas de casos por todos conocidos: Spanair, Madrid Arena, Mujeres Unidas contra el Maltrato, Alvia, Afectados del Amianto, Familia de la desaparecida Mª José Arcos....y muchos más de los que os iremos hablando estos días desde aquí y a los que agradezco su implicación en este proyecto común.
Aquí os dejamos el enlace con toda la información al respecto www.aims.es


miércoles, 13 de abril de 2016

Coté, el mejor comercial.

Los que tuvimos el infortunio de pasar por las Clínicas del osteópata/médico/científico conocemos bien las grandes dotes de persuasión del imputado (por lo de antes)/investigado (por lo de ahora). Quien es capaz de convencerte de que tienes un cáncer, una mielitis o un parásito en el cerebelo, o de que trató al mismísimo Ricardo Tormo o al actor Pierce Brosnan, es capaz de venderte cualquier cosa, hasta la Capilla Sixtina si se lo propone.
Y es que Coté era un gran vendedor, no hay duda; su verborrea desbordante de tecnicismos, su pose arrogante, su cuidada vestimenta y su puesta en escena eran dignos de las mejores obras de Pirandello o Moliére.
Con estos antecedentes ¿quién dudaría de que el "señor" que tiene sentado a la mesa no es quien dice ser? ¿a qué humilde empresario se le ocurriría pensar que ese dechado de sabiduría realmente no es un científico? ¿qué persona bien pensada tendría alguna duda respecto de las bondades de todo aquello que este insigne portento de la naturaleza le ofreciera como lo mejor del mundo mundial?
Pues ea, así ha ocurrido de nuevo "presuntamente" claro está....no vaya a ser.
El sr. López Pérez imbuido de toda su sabiduría científica, embutido dentro de sus mejores galas y provisto de documentación, portátil y smartphone, acompañado siempre de algún fiel colega se dedicó a exponer a todo aquel que le quiso oír (y fueron bastantes por desgracia) las bondades del nuevo conservante y sus variantes; para ello daba igual que el escenario elegido fuese una comida de negocios (que supongo no pagaría él pues siempre fue bastante "agarrado" en lo del bolsillo), un Congreso o Feria o una pequeña reunión en lugares, eso sí, de cierto lujo.
Y cuando ya la cartera de clientes era de cierta importancia se decidió a delegar en sus "comerciales", bien adoctrinados (aunque algo imprudentes) la distribución del producto...¿Qué hacía él mientras?, no toca todavía desvelarlo, no en vano hay una investigación en marcha ¿no?

sábado, 9 de abril de 2016

2 + 2 no son 5....¡¡Lo mires por donde lo mires!!

No deja de sorprenderme que algunos pretendan, a estas alturas del asunto, que "comulguemos" con ruedas de molino y por encima pongan todo su empeño en demostrar que son donuts y no ruedas.
Esto viene a cuento de que nuestro insigne doctor/científico mantuvo desde el primer momento una gran prudencia en no aparecer en los documentos que le pudiesen vincular legalmente con el conservante; y por lo mismo, al principio siempre nos dábamos contra un muro al seguir la pista de los administradores de la empresa comercializadora/productora del conservante en cuestión. Sin embargo internet y el Registro Mercantil hacen una pareja perfecta a la hora de seguir la pista a una empresa.
Veamos un reciente ejemplo. Vocifera el científico a todo aquel que le quiere oír que él solo es el dueño de la marca, que tiene registrada una marca y que no hay más, que todo lo que se dice es producto de nuestra malvada y obsesiva persecución contra su docta persona (¡¡uy que risa!!).
Y para muestra de ello nos enseñó un botón: una demanda de conciliación de, al parecer auténtico y único administrador de la empresa comercializadora/productora, el Sr. Miquel Vericat´...sí, sí, una demanda de conciliación, en la que dos miembros de la Junta Directiva deberíamos retractarnos de todo lo dicho acerca del conservante y además, como siempre, con compensación económica de por medio y anuncio a bombo y platillo de una posible demanda en vía judicial que sin duda alguna llegará, ¡¡hombre si llegará, si a nuestro científico y su entorno les gustan más los líos judiciales que un caramelo a un niño!!
Pues el Sr. dueño de la comercializadora/productora, o lo que sea la empresa, resulta que tiene su domicilio habitual en la zona del Mediterráneo...sí, efectivamente como el Sr. Gisbert, ahora Sr. Aragó, socio de Coté en la Clínica de Vinaróz...¡vamos, una coincidencia! España que es pequeña, y el administrador no podía ser de Andalucía, País Vasco o Cantabria, no, de la misma zona del Mediterráneo, más concretamente entre la que va desde Valencia a Tarragona, ¿os suena?
Pero sin duda lo más curioso del asunto es cómo una persona del otro lado del país acaba contratando para representarle a un Bufete de Galicia; y uno dirá "bueno es normal si va a demandar a alguien que vive en Galicia es lo más cómodo" (nosotros hemos denunciado el asunto de Vinaróz y nuestros abogados son de aquí, pero bueno sobre gustos....). Por otro lado en Galicia hay miles de abogados, y muchos muy buenos sin duda, pero resulta que el Sr. Vericat contrata al mismo equipo legal de cabecera del científico Coté...¡¡otra coincidencia!!
Y un detallito más, en el staff de dicha empresa al lado del Sr. Vericat aparecía hasta hace bien poco (ahora ya no, misteriosamente ha "desaparecido" de internet, pero todos tranquilos que hay copia de seguridad) otra vieja conocida nuestra, la letrada Amboade, a la sazón asesora jurídica de dicha empresa. Con lo grande que es España, con los miles de abogados que hay en Galicia, y el Sr. Vericat se rodea de los mismos letrados que Coté....¡¡que coincidencia!!
Pienso yo que tres coincidencias, así por lo pronto, y a primera vista son muchas ¿no?, y entonces me asalta la desagradable sensación de que alguien esta pensando que como en tantos años, TAAAANTOOOOS, ha actuado con total impunidad piensa que el resto del personal somos imbéciles, y que a lo mejor nos vamos a creer que 2+2=5, pues fíjate tú que con el aprendizaje judicial que llevamos encima lo mires por donde lo mires 2+2 siguen siendo 4, o lo que es lo mismo: ¡¡va a ser que no cuela!!

lunes, 4 de abril de 2016

Hoy cumplo años: ¡¡TRECE!!

Alrededor de las 02.00 de la madrugada cumplí TRECE años; sí TRECE desde que el insigne osteópata/científico (antes eminencia médica) me sentase en una silla de ruedas durante una larga temporada, para pasar posteriormente a acompañarme de dos muletas como fieles compañeras durante un más largo período de tiempo todavía.
Y es que hay fechas que son difíciles de olvidar porque la marca que dejan es imborrable, y no lo digo por mi cojera, sino por todas esas otras marcas que te quedan grabadas en la memoria y, aunque suene cursi, en el alma, de lo que he vivido durante estos trece años, lo que he perdido y lo que he sufrido...Y lo digo en primera persona porque el dolor y la impotencia de los míos es lo que más me duele, y por lo mismo lo que menos perdono, porque yo en este caso también soy de los que "ni olvido ni perdono".
No olvido ni perdono el no haber podido llevar y recoger del Colegio a mis hijos como hacían tantos padres; el no poder jugar con ellos sentada en la alfombra de su habitación; el no acompañarles a actividades, cumpleaños, exhibiciones...; el no poder coger en el regazo a la pequeña ni bañarla ni casi vestirla....es lo que tiene la silla de ruedas, que no está hecha para la vida diaria.
No olvido ni perdono las lágrimas de mis padres al verme inmovilizada, al tener que coger sus bátulos y dejar su casa con setenta años para venir a ayudar a su hija "inválida".
No olvido ni perdono el no poder ir a mi despacho a trabajar, sencillamente porque no podía subir las escaleras que conducían al primer piso en el que se encontraba.
No olvido ni perdono el no quedar para tomar un café con alguien, ir a una reunión, al cine, a bailar, al gimnasio, a correr....porque las sillas de ruedas no están pensadas para eso.
No olvido ni perdono las decenas y decenas de pruebas (algunas bastantes dolorosas) que he tenido que pasar en estos años, ni las estancias en hospitales, ni los diagnósticos de cosas tan "asumibles" como esclerosis, mielitis, cáncer, fibromialgia, artrosis degenerativa, mielopatia...
No olvido ni perdono las cientos de inyecciones que me puso por todo el cuerpo, a razón de no menos de quince diarias, semana tras semana durante tres años.
No olvido ni perdono el terrible sentimiento de necesitar de alguien para todo, ¡¡para TODO!!.
NO. no olvido ni perdono.
Pero seguramente al personaje en cuestión todo esto le produzca hilaridad, porque su visceral odio hacia mi persona es tan demencial como obsesivo, digno sin duda de un detenido psicoanálisis.
Sin embargo, de la mano de auténticos profesionales que me han sacado del pozo físico y emocional, y por supuesto gracias al apoyo e inmenso cariño de mi familia y amigos, he aprendido algo muy importenate en estos años: que el odio es inútil y sólo hace daño al que lo siente. Pero entonces ¿qué sentimiento queda en una cuando, sin olvidar ni perdonar, no quiere odiar?....pues sencillamente el más profundo y enorme desprecio.