A Coté le gustan los Juzgados

Parece que a Coté el tiempo libre le sirve para hacer trabajar esa retorcida neurona que siempre tuvo ocupada en el "fino" arte de sacarnos la pasta; el pobre hombre busca y rebusca artimañas y subterfugios para intentar burlar una vez más a la Justicia, bien sea vía denuncia a sus víctimas bien sea recurso judicial contra los procedimientos abiertos contra él, el caso es liarlo todo y alargar, alargar, alargar los procedimientos a ver si mientras ocurre el milagro.

No hay más que echarle un ojo a sus últimas actuaciones: denuncia penal contra esta presidenta por presuntas calumnias a los Magistrados de la Audiencia Provincial; denuncia civil contra esta presidenta, la Asociación, el Colegio de Fisios y "tropecientos" medios de comunicación por intromisión en su honor y vida privada; declaración voluntaria en Vinaróz sobre sus titulaciones (más de lo mismo); y la ultimísima: recurso ante la Audiencia Provincial solicitando la anulación del procedimiento por práctica ilegal de las pruebas, es decir las pruebas que presuntamente le incriminan no se obtuvieron de forma legal (ja, ja, ja). Por cierto ¿no os suena este tema?, claro que sí, si algo así ya lo intentó su anterior letrado Gómez de Liaño y NÁ de NÁ.....¿entonces?, pues lo de siempre hagamos perder tiempo a la Justicia que así lo voy ganando yo, liémoslo todo un poquito más a ver si suena la flauta y sobre todo démosle gusto a su insaciable ego.

Ante todo este despliegue de denuncias y recursos me pregunto ¿de dónde sale tanto dinero para pagar abogados, procuradores y poner fianzas?, a lo mejor es que no les paga... No sé que pensarán jueces y magistrados de tanta denuncia y recurso (aunque me lo puedo imaginar) pero ya empieza a ser cansino, debería explicarle alguien aquello de "tanto va el cántaro a la fuente que...."

Pero en el fondo lo entiendo y es que el pobre muchacho no tiene otra cosa que hacer, estaba tan acostumbrado a fastidiarnos la vida en directo en sus Clínicas que necesita seguir haciéndolo aunque sea indirectamente vía judicial. Y os confieso que empiezo a creer que a Coté le gustan los Juzgados más que un caramelo a un tonto, pero cuidado que estas prácticas espurias pueden esconder resortes sorprendentes.