Sabéis que desde hace tiempo estoy empecinada en luchar contra esas Academias/Centros que se dedican a impartir ¿conocimientos? sobre determinadas materias EXCLUSIVAS de profesiones reguladas en nuestro país por Ley. De hecho lo habéis podido comprobar por la exposición que hice en el Congreso de Fisioterapeutas de Canarias, y lo volveréis a ver en las conclusiones de nuestra Jornada de Intrusismo que publicaré en breve.
Y no lo hago por una manía persecutoria (eso se lo dejo a otros) o por una cuestión personal, sino lisa y llanamente porque son un atentado a la seguridad sanitaria y una tomadura de pelo para los que asisten a sus cursos en la convicción de que obtendrán una titulación que les permitirá abrir una consulta con la que poder ganarse la vida. Pero de eso ya sabemos quienes tienen la culpa: la Administración por no ser coherente y diligente en su actuación, y los "malos" profesionales sin pizca de ética que para sacarse un sobresueldo dan amparo a esta farsa.
En nuestra reciente Jornada me extrañó sobremanera la presencia y decidida intervención del representante del Colegio de Psicólogos de Galicia....si ya me parece alucinante hacerse pasar por fisioterapeuta, dentista o por médico, lo de suplantar a un psicólogo ya es rizar el rizo. Pues ea, la realidad es más alucinante que la ficción, y paseando ayer por la ciudad (empapelada de la publicidad de esta Academias) me detengo a leer atentamente el contenido de uno de esos carteles y me encuentro con el curso de "terapeuta emocional" .....me faltan las palabras!!
Terapeuta emocional, pero ¿qué es eso?. Si curar o paliar los dolores del cuerpo es harto difícil, el hacerlo con las heridas del alma (o si preferís de la mente, la psique) es sumamente complicado, ¡como para ponerlo en manos de un cursillista de cuatro meses!. Las emociones pertenecen al mundo de la psicología, en ellas hay depresión, ansiedad, estrés, dolor, rabia, rencor, desesperación.....todo un mundo de sensaciones negativas que muy a menudo te ponen al borde del abismo; lo sé por que desgraciadamente convivo con ello a diario, sólo que yo cuento desde hace tiempo con un gran psicólogo que se dedica, no sin dificultad, a "estabilizar" la olla a presión en que me he convertido desde el 4 de abril de 2003 alrededor de las 02.00 de la madrugada (como ves Coté no olvido).
Aquí no se puede frivolizar, alguien que va tratar tus emociones requiere de una preparación profesional (e incluso psicológica) que no se "ventila" en cuatro o seis meses. No se trata de oir lo que sale de lo más profundo de una persona, darle una palmadita en la espalda y decirle que todo le va a ir bien, cobrarle una cantidad y ¡hala para su casa!; para eso que dén cursillitos de tarot, bola mágica, runas o artes adivinatorias que al final será una cuestión de fe, de ignorancia o de necesidad el ir a ellos. No, aquí se está hablando de personas que requieren que se les diagnostique el tipo de desequilibrio emocional que padecen, el pautarle hábitos de conducta, el decidir si necesita apoyo farmacológico, el solicitar el apoyo de su familia o de otros especialistas y más, mucho más....es decir el trabajo de un PSICÓLOGO.
¿Terapeuta emocional? simple palabrería peligrosa y barata; y si en el fondo sólo necesitamos desahogarnos un poco, mejor buscamos un hombro amigo sobre el que llorar que no nos cobrará nada, y por encima seguro que nos aconsejará bien, sobre todo porque nos aprecia y el consejo le sale del alma y no le entra en el bolsillo.
Así me gusta Esther dando guerra, coño es que no se enteran de nada y luego de aquellas lluvias vienen estos lodos. Pero claro como te puedes pudrir antes de que la sanidad pública te atienda es como crecen estos farsantes y luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarAcabo de ver en una calle de Ferrol otro de esos
ResponderEliminarflamantes carteles. Este ofrece un curso de
osteopatía y, por si alguien se anima, hay que
llamar a un teléfono de Madrid para apuntarse.
¿Será algún socio de Coté o algún amiguete suyo
que añora los buenos tiempos y necesita hacer caja
de nuevo?.
Que razón tienes Esther estos van a llegar hasta donde les dejen y los políticos sin hacer nada. Todo esto está hecho un desastre no hay control ninguno sobre la gente que tiene que tratar con nuestra salud, porque también habría mucho que decir de esos productos milagros que te hacen adelgazar, los que te controlan el colesterol y todas esas chorradas, el otro dia leí en una revista de consumo que lo del Actimel era una trola que eso de los bifidus es un cuento chino, es increible no hacen más que engañarnos si al gobierno le hace falta pasta podía empezar por poner enormes multas a esta gentuza que nos engaña asi seguro que tenian para cubrir las deudas todas.
ResponderEliminarBuenas, yo como fisioterapeuta me siento indignada cada vez q veo este tipo de carteles en la calle, que por supuesto me encargo de arrancar. Estoy cansada de que los pacientes me digan que vienen del "osteopata" de cursillo y que no les ha resuelto nada que la fisioterapia no vale para nada y que nos metan en el mismo lote. Me gusta ver que hay pacientes conscientes de este intrusismo que sufrimos y que se molestan en averiguar que clase de formación tiene la gente que trata sus patologías. Yo entiendo que todos tenemos derecho a trabajar y ganarnos el pan, pero es necesario que de limiten las competencias, esta bien ir a un osteopata de este tipo pero para un simple masaje relajante, no para tratarpatologias. Desde el colegio de fisioterapeutas se denuncias estos casos y estos cursos pero la justicia como siempre no actúa, no dice nada y los pacientes, que no tienen porque estar siempre informados, porque sesupone que para eso hay leyes sanitarias, quedan indefensos ante estas placas y anuncios. Espero que pronto acabe esta porquería! Un saludo y muchos ánimos!!!!
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