¿Qué nos inyectó?

Esta es la gran pregunta, la que nos hacen los médicos cuando acudimos a sus consultas o los amigos y familiares cuando hablamos de lo nuestro; pero sobre todo nos la hacemos nosotros, los que padecemos sus consecuencias, día a día, dolor a dolor, prueba a prueba. Y ahora más, a raíz de la llamada del Hospital de La Coruña para acudir a nuestra primera consulta del equipo con el que la Consellería de Sanidade empieza a hacer realidad su compromiso con nosotros: ¿qué le decimos al médico?

Muy sencillo, la verdad; la verdad de lo que tenemos, de lo que pasó, de nuestras pruebas y padecimientos, de nuestro dolor y de nuestros tratamientos....y de que no sabemos con certeza lo que nos inyectó; hay indicios por lo que se le incautó en las Clínicas al detenerle, pero hay más, y ese sinvergüenza y nosotros lo sabemos; claro que hay más, mejor dicho había más, ya no están, han desaparecido, pero sus secuelas no.

No voy a dar marcas, pero sí principios activos para que a la sociedad y sobre todo a los médicos que entienden de esto se les hiele un poco la sangre al ver qué sustancias manejaba a diario y sin control este criminal sin estudios de medicina; todos sabemos las consecuencias que puede tener un fármaco mal utilizado, él también pudo verlas en su consulta alguna vez ¿verdad Coté?: aquellos mareos, sudores, sarpullidos, subidas o caídas de tensión y hasta paradas cardíacas (a medida que escribo esto va aumentando mi rabia, mi indignación....te deseo muchas cosas muchacho, y te puedo jurar que ninguna es buena).

Aquí están: lidocaina, epinefrina, norepinefrina, mepivacaina y procaína (anestésicos); heparina sódica; insulina; betametasona, dexametasona y metilprednisolona (cortisonas); metamizol; diazepam (tranquilizante en diferentes concentraciones); hormonas; vitaminas; diacerina (en unas presentaciones que no se comercializan en España); y otros muchos otros preparados para enfermedades severas de la piel, hepáticas, o respiratorias, incluso inmunosupresores. Además de una larga lista de la llamada "medicina biológica" que los ciudadanos normales creen que no poseen efectos secundarios y que no son peligrosas, "pues se equivocan, que un fármaco alópatico, homeopático o biológico se venda sin receta no quiere decir que sea inocuo", no son palabras mías sino de un profesional, que por ahora prefiere quedar en un segundo plano y que de esto sabe mucho.

Y no debemos olvidarnos de lo comentado por los compañeros de Vinaroz entre lo que destaca el famoso rinolook y el bótox.....y lo que desconocemos!!

El trabajo que les queda a este equipo médico no será fácil pero como siempre nos tendrán a su lado para ir descubriendo poco a poco, juntos, todo lo que podamos sobre esas sustancias de las que puede depender no sólo nuestra salud hoy sino dentro de unos días, unas semanas o unos años. Si a veces me sorprendo de que podamos contarlo.

Por todo esto, y por más, yo, Coté, como dijo alguien una vez: NI OLVIDO NI PERDONO, sino todo lo contrario (esto último es mío, algo que también tú me has inyectado).