miércoles, 23 de marzo de 2016

Siguen los problemas para Diéguez.

Como recordaréis desde marzo del 2008, un mes después de la primera detención de Coté, hasta abril del 2013 el Bufete que representó a nuestra Asociación en los Tribunales era el Bufete Diéguez (Práctica Legal Galicia S.L.), despacho dirigido por los letrados Sergio Diéguez Sabucedo y Juan Diéguez Guerrero. La verdad es que, a pesar de la larga lista de seis letrados que figuraban en la carpeta que se nos entregó, al primero le veríamos escasamente tres o cuatro veces en cinco años y al segundo le conocimos, a pesar de que se nos dijo que sería él quien llevaría el peso del juicio en Sala, el día que nos reunimos con ellos para informarles de que desistíamos de sus servicios (las causas de tal desestimiento las veremos en otro momento), es decir cinco años después de contratar con su Bufete.
Unos meses después de dejarles sucedieron dos cosas de no poca importancia: por un lado Sergio Diéguez sería imputado por su participación (desconocemos en qué medida) en la llamada "Operación Zeta" que desmantelaba una presunta trama destinada a obtener dinero de falsos cursos de formación, y por otro este letrado se embarcaría en una cadena de denuncias contra todos y cada uno de los miembros de nuestra Asociación por "presuntos impagos" por sus servicios.
Sobre la "Operación Zeta" señalar que, hasta donde sabemos, continúa imputado (o investigado, da igual la nomenclatura) y por tanto sigue sujeto al desarrollo de la causa.
Y sobre nuestras denuncias, que en términos legales se conocen como "jura de cuentas" cabe señalar que, a excepción de una*, TODAS han sido ARCHIVADAS por indebidas e improcedentes. Es decir, nada de lo reclamado por el letrado se ajustaba a la realidad, y todos nosotros a nivel retributivo habíamos cumplido exactamente con lo solicitado por él en el momento del contrato.
¡¡Claro que el bueno del hombre quería más!!.... En esas denuncias pretendía cobrar facturas ya satisfechas (¡vaya desastre de control contable!) y además que le abonásemos el 8% de las indemnizaciones, calculadas por él mismo, que podríamos percibir cada uno si ganásemos el litigio contra Coté. Absurdo ¿no?, absurdo porque el juicio no se había celebrado (ni entonces ni ahora) y por lo tanto no hay indemnización alguna, y porque en todo caso de haberse celebrado los letrados que habrían realizado la tarea de las calificaciones y del juicio oral ya pertenecerían a otro Bufete (el que nos representa ahora, Bufete Sierra) y no al suyo, y eso de cobrar por el trabajo de otro no parece muy lógico tampoco. Pues bien, todas sus reclamaciones se han ido al traste.
Pero como si con eso fuera poco, los problemas con sus empresas iban de mal en peor; las demandas se acumulaban y las órdenes de embargo también. El despacho vio mermada su plantilla, entre ellos la propia letrada Eva Añón que fue la que realmente llevó toda la carga del procedimiento ella solita durante cinco años y que fue "invitada" a marcharse a los cinco meses de dejar nosotros el Bufete Diéguez, y al parecer la cartera de clientes también disminuyó.
Tantos reveses seguidos para el empresario Sergio Diéguez Sabucedo han culminado por ahora con el abandono del despacho del socio que realmente ejercía y ejerce como auténtico letrado, Juan Diéguez Guerrero.
Así pues los problemas para Sergio Diéguez se van acumulando.

*Sobre la única reclamación ganada por Sergio Diéguez no tardaré mucho en comentar, al fin y al cabo no deja de evidenciar un "modus operandi" como mínimo cuestionable ética y profesionalmente; al margen claro está de que pronto será tratado en sede judicial.

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