sábado, 12 de marzo de 2016

Coté el "científico"

Tras una dilatada y exitosa carrera de más de quince años como "profesional" de la Medicina en sus muchas y diferentes especialidades (cosas de tener un buen cabezón), nuestro eminente doctor vio truncada su vida por un pequeño traspiés, un problemilla que interrumpiría momentáneamente el ejercicio de la profesión a la que tanto esfuerzo (e imaginación) dedicó: entrar en la cárcel durante seis meses.....¡¡cachis que contratiempo!!
Sin embargo el "Dr. López Pérez ¿Cabada?" sabía que no podía privar de tanta experiencia, habilidad y conocimientos a los enfermos, a los ciudadanos,... al mundo mundial en general y una vez puesto en libertad, emprendería de nuevo su fulgurante carrera, más allá de las fronteras del Padornelo y Piedrafita, al calor del Mediterráneo, más concretamente en Vinaróz (Castellón). Pero una vez más la pérfida Justicia daría al traste con su sacrificada vida dedicada a proteger, curar y salvar las de los demás y, sin ningún tipo de consideración hacia él, le volvió a meter en la cárcel por otros seis meses.....¡¡terrible pérdida para la medicina, ahora que ya había iniciado el camino de los tratamientos con células madre!!
Sin embargo en esos seis meses de estancia en el penal de Teixeiro Coté reflexionó mucho acerca de su futuro, de cómo aprovechar sus conocimientos y seguir desarrollando su increíble potencial intelectual; a este portento de la sabiduría le preocupaba cómo seguir contribuyendo al bienestar del género humano sin que tuviese que pasar horas y horas de consulta, sin enfundarse los guantes de látex, sin utilizar el bisturí y el sedal de sutura, sin inyectarnos sus milagrosos medicamentos que como si de Lourdes se tratara curaba enfermos de cáncer, levantaba a paralíticos de las sillas, y no hizo ver a los ciegos porque seguramente no le dio tiempo a terminar la especialidad de oftalmología por la Universidad de Prebediños de Abaixo.
Y entonces decidió poner sus conocimientos al servicio de la alimentación (la suya la primera), y microscopio en ristre, con libros y libros de compleja formulación química y siempre con la vista puesta en mejorar la salud de la especie humana, sin importarle robar sueño a las noches y horas a sus días lo encontró: el conservante alimenticio perfecto, el no va más de la industria bioquímica, la naturaleza hecha polvo, así nació su invento, su marca: el preserfood.
Desconocemos en qué Universidades estudió bioquímica biológica o química inorgánica, pero seguramente en alguna de las que ya albergó sus horas como estudiante de Medicina, y así de la noche a la mañana, con la misma entrega y esfuerzo de siempre, nació el nuevo Coté, el "asesor científico". Fruto de su tenacidad, su gran intelecto y sus ganas de ser de nuevo alguien que contribuya al progreso nacieron muchas variedades de conservantes.....Pero tal producción científica no podía quedar al albur de los acontecimientos, nooooo, el insigne nuevo científico decidió registrar la marca y a partir de ahí......A partir de ahí, comienza otra nueva etapa.
Y esta nueva etapa la iremos viendo con el interés que merece.....¡como siempre hacemos con todo lo que tenga que ver "profesionalmente" con Coté!

3 comentarios:

  1. Muy bueno este articulo! Que nos deparara el futuro?? Porque con este hombre nunca se sabe....

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  2. Muchas gracias Esther por hacerme sacar una sonrisa de todo lo que ha hecho nuestro "amigo". Está muy bien recogiga su extensa"trayectoria profesional". Mil gracias por tu trabajo!!!

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  3. Pedazo cuento de brujas y meigas con conxuros incluidos.
    Esperamos siguientes capítulos de tan gradisísima eminencia. Pero que derroche de sabiduría sin límites.
    En cualquier momento los guionistas de Cuéntame lo incluirán en la serie, ya que argumento no les falta...
    Desde luego....hay que tener cara!!!
    Buen artículo Esther...
    VIVA LA INSPIRACIÓN.

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